La reforma integral de esta vivienda partió de una nueva distribución que favorece la fluidez entre espacios y potencia la entrada de luz natural. El objetivo fue crear un interior abierto, luminoso y conectado, donde la arquitectura interior acompañe el ritmo cotidiano con naturalidad.
Sobre una base de tonos neutros, se incorporaron pinceladas de color en gamas suaves y vibrantes, utilizadas estratégicamente para destacar elementos clave y generar ritmo visual. El resultado es un hogar equilibrado, sereno y lleno de matices, donde cada ambiente invita a ser vivido con calma y personalidad.