Este proyecto demuestra que el estilo industrial y la calidez no solo pueden convivir, sino potenciarse mutuamente. En esta vivienda, el interiorismo se articula en torno a una potente estética urbana, dominada por paredes de ladrillo visto que aportan carácter y personalidad al salón, convertido en el corazón del hogar.
La elección de materiales naturales, texturas cálidas y una iluminación cuidada suaviza la contundencia del ladrillo, dando como resultado un ambiente acogedor y equilibrado. Un espacio donde el confort y la identidad se dan la mano en clave contemporánea.