Este proyecto de interiorismo parte de una premisa clara: crear un hogar cálido, natural y pensado para disfrutar en familia. La vivienda ha sido vestida con una cuidada selección de materiales nobles y textiles orgánicos, buscando no solo la belleza estética, sino también el confort sensorial y la salud ambiental.
La combinación de madera natural, algodón, lino y terciopelo da forma a espacios que transmiten calma, suavidad y autenticidad. Cada estancia se ha diseñado para potenciar la sensación de bienestar, con una paleta cromática suave y luminosa que favorece la conexión entre interiores y naturaleza.
Los ambientes resultantes son hogareños, limpios y saludables, donde cada textura aporta profundidad y cada elemento tiene una función emocional además de práctica. La madera aporta estructura y calidez; los textiles, movimiento y cercanía. Esta fusión equilibrada de materiales genera una atmósfera envolvente y atemporal, ideal para una vida familiar tranquila y en armonía con el entorno.
En esta residencia, el diseño se pone al servicio del bienestar diario, con interiores que invitan a ser habitados con calma, disfrutados sin prisa y compartidos desde la autenticidad. Un proyecto que convierte lo cotidiano en algo especial a través del cuidado por los detalles y el respeto por la materia natural.